miércoles, 20 de febrero de 2008

Para empezar...

Ha tenido que ser a los 40 cuando me he dado cuenta que la energía está en todas partes, y la mayor parte de ella desaprovechada, sobre todo nuestra energía interior. Por ello decidí comprarme una bicicleta plegable y moverme por toda Valencia con ella.

El descubrimiento se lo tengo que otorgar en su totalidad a mi "Manito" el cual me abrió los ojos, me desentumeció las piernas y me hizo pensar, cambiando de un plumazo toda mi filosofía de vida pasando de la energía fácil, contaminante y sucia a depender de MI PROPIA ENERGÍA.

Ahora tengo un grupo de amigos con los que salgo semanalmente en bicicleta http://metrobike.blogspot.com/ y comparto dos de mis grandes aficiones: La Montaña (con mayúscula) y la tecnología. La primera de ellas me asusta, me renueva y me hace ver cuán pequeño soy y me doy cuenta de lo perecedero que es todo en comparación con lo inamovible. Con la tecnología intento controlar la primera: mido las distancias, grabo las rutas, comparto mi camino con otros, guardo imágenes, recuerdos y amigos que por temor a lo pasajero que soy no debe ni merece ser olvidado.

La vida es energía, y me siento bien cuando la comparto con otros, además como dijo Fesser en esa maravillosa y entrañable obra de arte que es "El milagro de P. Tinto" un P. Tinto siempre va con su propia energía.

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